miércoles, 30 de julio de 2014

TRABAJANDO LOS CAMBIOS INTERNOS.


Desde que se está hablando abiertamente de espiritualidad, las personas han ido comprendiendo la necesidad de ejecutar cambios en su vida, pues al ritmo que vamos, la humanidad, va como un caballo desbocado, que sin riendas, puede saltar al vacío y perecer.

Muchas personas, afrontan estos cambios de forma radical, habidos de luz, se llenan de artilugios externos, hacen yoga, rezan desaforadamente, asisten a cuanto ritual y culto les invitan, son como almas sedientas en el desierto. Sin embargo, cuando les toca mirar hacia adentro, se detienen y sed paralizan, algunos, lo hacen por no sentirse preparados para realizar la transformación fundamental, están llenos de miedos, traumas de la infancia, incluso de vidas pasadas, rencores, situaciones no concluidas, malos hábitos e infinidad de factores.

En cualquier caso, consciente o inconscientemente el cambio ha empezado y esa persona ya no será la misma, el que ha visto un rayito de luz, va en busca de más.

Los cambios nunca son de un día para otro, quizás, una de las trampas de nuestro ego sea predisponernos a la inmediatez de los resultados. De allí, tal vez, se genere el hecho de que muchas personas se desesperan y se decepcionan por no ver cambios concretos a corto plazo. (rezo esto, hago este ritual, leo este libro y listo, mañana todo, por arte de magia está resuelto) Al no ocurrir lo esperado, vienen los reproches, que si el brujo es malo, que si el Pastor del Templo es un charlatán, que el cura de la iglesia es un loco o que el psicoterapeuta es un ladrón. En otras palabras, la culpa total es de un tercero, yo soy inocente, a mi que me revisen.

Nuestro espíritu es como dura roca que en su seno lleva una semilla, que poco a poco va germinando, transformándola de una estéril piedra a fértil campo.

Los cambios profundos requieren trabajo constante y fuerte, muchas veces doloroso y extenuante, pues venimos arrastrando innumerables situaciones. La verdadera transformación, necesita mucha paciencia para remover toda clase de malos hábitos, sentimientos y pensamientos negativos, incluso, sustitución total de valores, principios y creencias, entendiendo que la divinidad ha puesto en cada ser, las habilidades necesarias para desarrollarse. Comprender que la total responsabilidad recae en nosotros como individuos, dotados por el Creador Universal de esa virtud tan valiosa y poco apreciada llamada LIBRE ALBEDRÍO.

Concluyo este artículo, exhortándolos a labrar con Fe y Esmero
su conversión interna, todo está dispuesto para alcanzar sus metas, nunca estará solo en su travesía particular.


SI TE GUSTA, COMPARTENamastéMiguel Arturo CabreraCaracas, VenezuelaCoach Espiritual y Vida, Motivadorfacebook.com/espiritumistico 
@espiritumístico / @migue3218

No hay comentarios.:

Publicar un comentario