Tiempo de Crecer, de Amor, de Paz y de Luz.

Nacimiento, Vida, muerte y resurrección, una cadena de actos subsecuentes que forman parte de eso que denominamos EXISTENCIA y que por medio de la experiencia nos preparan para vivenciar etapas en nuestro devenir, cumpliendo así, la razón que subyace en la esencia de cada individuo, eso que llaman Dharma.

Aferrarse pudiese significar, estancarse y obstaculizar el desarrollo de la vida misma.

Desde el YO SOY más profundo que habita en mí, como ente sin nombre, ni forma, ni etiqueta, desde el Amor que trasciende todo concepto, agradezco y bendigo cada etapa previa de mi presente. A todos los Seres de todas las especies, de todas las formas, que de una u otra forma, han sido y son parte de mí, brindándome su valiosa contribución para ser lo que YO SOY.

A mi Sabiduría Interior, la invoco y con desapego me entrego a ella, para que se encienda en mi corazón, Luz de Amor, quemando, purificando y liberando todo sentimiento discordante, todo pensamiento no constructivo, todo patrón o creencia de limitación, escasez y pobreza, tanto heredada como aprendida, también memorias de baja vibración que pueda generar desarmonía, tanto a mi como ser, como a los demás, pues, Somos Uno.  

Agradezco a la Divinidad por cada situación, las amargas como las dulces, porque delicadamente, han forjado y siguen forjando lo que soy en este momento. Porque mediante ellas se manifiesta la vida en mí.

Honro, saludo y venero respetuosamente a mi linaje familiar, hombres y mujeres y desde ahí, honro, saludo y venero respetuosamente a todos los linajes familiares, de todas las tribus, de todas las naciones, de todas las dimensiones, que no son más que, manifestación de una misma y única esencia de LUZ, SABIDURÍA y AMOR.

Namasté

Es Tiempo de Crecer, de Amor, de Paz y de Luz.

Miguel Arturo Cabrera

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Caracas - Venezuela