Amar es la naturaleza del Ser.
Cuando desde la conciencia, nos permitimos vibrar en tan alta frecuencia, todo se transforma en nosotros.
Al Amar así, aunque sea por unos instantes, no renunciamos a nuestra esencia, ésta se fortalece y, por el contrario, al reconocernos, aceptarnos, comprendernos y valorarnos, sentimos plenitud y gozo; percibimos como toda la Creación es prospera, abundante y rica.
En la medida que nos reencontramos con nuestra Naturaleza Divina, que no es más que AMOR, se rompen paradigmas, se caen mascaras, viejas y obsoletas creencias se disipan y se quiebran los muros mentales que hemos levantado para separarnos a nosotros mismos de nosotros mismo y del prójimo, quién en lo profundo, es una manifestación de la misma esencia creadora.
El AMOR, LA GRATITUD, LA VERDAD, LA PAZ Y LA SABIDURÍA, tal vez sean, los términos más elevados de los que dispongamos para comprender mentalmente a la Esencia Creadora de Perfección que somos y que al fundirse con la Magna Presencia, se convierte en una fuerza creadora capaz de transformar al Universo entero.
Amemos profundamente, invoquemos esa MAGNA PRESENCIA, el YOSOY incondicional, que se manifieste, alumbre e inspire nuestros pasos, en ascensión continua, por la calle dorada al éxito pleno, el regreso a la casa, a la de adentro, en la donde desaparece la dualidad y SOMOS UNO con TODO.
Fuerza, Luz y Elevación.
Miguel Arturo Cabrera
Espíritu Místico
Caracas - Venezuela
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