Llegó 2017, 365
días, 8760 horas, 526600 minutos, 31536000 segundos y posibilidad infinitas
para simplemente SER.
Aprovechemos este
primer día del año para comenzar la ejecución de nuestros propósitos. Las condiciones
siempre estarán dadas para quien realmente desee aprovecharlas.
Somos creadores,
por tanto, tenemos la capacidad y la potencialidad para alcanzar nuestras
metas, solo es cuestión de estar dispuestos a entregarnos al 100% con amor y
disciplina.
Numerológicamente,
2017 es año de vibración universal con la UNIDAD. Un periodo que nos invita a
trabajar en el UNO, tanto en lo individual como en lo colectivo. Así que
debemos invertir tiempo en nosotros, no desde la inmadurez del EGO, ni la
confusión de la MENTE, sino desde la sabiduría del alma, la cual, precisamente permitirá
rescatar al EGO y la MENTE para que estos junto al alma, actúen proactivamente
en el despertar a una conciencia más elevada que requerirá de cada uno mayor
nivel vibracional.
Es menester
entonces, ampliar nuestra visión y mirar la vida con una óptica muy superior.
Tomar en cuenta al otro, (que realmente no es otro, sino una extensión de
nosotros) creer en nosotros más que nunca, teniendo certeza y convicción de
estar siempre en el mejor lugar para experimentarnos como seres, confiando en
la vida, confiando en DIOS. Seguir rompiendo los paradigmas que nos ayudarán a
desechar con más facilidad los patrones que ya no funcionan en nuestras vidas.
Esa vibración con
la UNIDAD también nos invita a mantener la esperanza de progreso colectivo del
universo, dando sentido práctico a la frase SOMOS UNO.
2017 nos convoca
a desarrollar una espiritualidad desnuda y sin máscaras, que permita la disensión
y la diversidad y no se convierta en nuevo dogma; que incluya la sexualidad, el
poder, el dinero, la fama, el éxito, la política y tantos conceptos que han
sido execrados de la plática espiritual, no todo son hadas, unicornios y llamas,
hay asuntos cotidianos que se deben atender individual y colectivamente a fin
de romper con las cadenas de manipulación y control social que los sistemas han
impuesto desde los albores de la humanidad.
Finalmente, 2017
es año para Sentir la UNIDAD con el TODOPODEROSO, desde el corazón, desde ese
AMOR INFINITO, ese que no se puede explicar con palabras ni elaboraciones
mentales, pues al igual que la poesía, se banalizaría, y mejor que cualquier
explicación es la experiencia directa de las emociones que el AMOR puede
develar a un ánima dispuesta a comprender.
Feliz Año 2017,
que esta vuelta colectiva alrededor del sol, nos permita el necesario
reencuentro como hermanos que reconocen en la diversidad de sus componentes, una
exquisita manifestación de la Divinidad experimentándose a través de cada Ser
Vivo del Universo.
Se les quiere,
estén donde estén, siempre estarán bien.
Fuerza, Luz y
Elevación, Namaste.
Miguel Arturo Cabrera
#EspirituMistico
#AñoNuevo #2017 #Motivación #Coaching #Yoga #Meditación #Hoponopono #Caracas
#Venezuela #Editorial
No hay comentarios.:
Publicar un comentario